Colombia exige paz, pero, en las manifestaciones sólo se ha vivido violencia, sangre y “saqueos”.
El 28 de mayo del 2021 se cumplió un mes de paro nacional en Colombia, el cual, ha dejado hasta el momento más de 50 personas fallecidas. Un paréntesis: ¿Quién responde por estas muertes?
Aproximadamente, van más de 23 reportes de violencia sexual según la Defensoría el Pueblo, esto, sin contar con la elevada cifra de personas desparecidas.
Me parece incoherente que actualmente se les exija a los colombianos “ser pacíficos”, cuando culturalmente crecimos bajo tierras manchadas; cuando el gobierno decidió callar al pueblo a través de opresiones e incluso, han obstruido la evolución ideológica del país, porque, si piensas diferente: te matan.
¿Acaso estamos acostumbrados a la violencia?
Esto se trata de un aspecto cultural. Creo que en nuestro país hay incontables cifras de personas que han sido víctimas del conflicto interno. ¡Basta ya! Debemos cambiar nuestra historia y reconstruir el tejido social de Colombia. Según el último reporte de Indepaz, hasta el 31 de mayo se han reportado 41 masacres de lo que se lleva del 2021, con 158 víctimas.
Esto no se trata sólo de vándalos que saquean negocios por las noches, o de culpar a un senador por incitar a la violencia en una protesta, sino, de una cultura violenta que ¡No debe ser contrarrestada con más violencia! Señor presidente Iván Duque, ¿Usted cree que la única solución para la “protección de la ciudadanía” es militarizar la ciudad de Cali? No, esto no resolverá las problemáticas sociales que están padeciendo los colombianos, aquí necesitamos que se atienda un problema que es HISTORIA.
Quizás estos hechos sucedieron hace muchos años, pero, las nuevas generaciones están salpicadas de sangre. Un ejemplo vivo son los enfrentamientos violentos que se viven desde que iniciaron las protestas el 5 de mayo, en donde la fuerza policial y la violación de los derechos humanos han sido las noticias diarias (sólo en algunos medios, en algunos canales sólo se dedican a mostrar al pueblo y los jóvenes como “vándalos”).
Esto me hace recordar la entrevista que le hizo el periodista Néstor Morales al gobernador Velasco, en la que se le juzgaba por “ser violento” en las manifestaciones pacíficas, esto, por haber tumbado la estatua de un colonizador ¡Por favor! El que no conoce su historia, está condenado a repetirla.
Aquí hago un pare y me cuestiono: ¿Desde cuándo se les olvidó a los periodistas que su trabajo hace parte de un servicio social que debe basarse en los derechos humanos?, ¿Acaso se nos olvidó que las comunidades indígenas son nuestra razón de ser? ¿Por qué nos hemos vuelto tan inconscientes? Creo que en Colombia se está haciendo un periodismo alejado de la realidad social, donde la política y los intereses personales están por encima de lo que alguna vez aprendimos en la academia.
No digo que son justificable los actos delictivos o las acciones de personas que se han aprovechado para generar más violencia, pero, la raíz del problema no son los delitos. La verdadera razón por la que los colombianos deciden acudir a actos violentos se debe a que no se le puede pedir a una sociedad paz y armonía, cuando desde mucho antes que nacieran grupos armados, o “los vándalos del paro”, o peor aún, “los desadaptados sociales”, los mismos gobernantes por causa de disputas políticas, tacharon el país con una oleada de asesinatos y guerra.
Los jóvenes como protagonistas
Desde que iniciaron las manifestaciones, los jóvenes tomaron la vocería y han participado de manera activa, pero ¿Por qué lo hacen? Según el reporte de los estudiantes matriculados en el municipio de Pereira afectados por la violencia, podemos entender que se trata de una lucha DE TODOS. Aquí comparto el porcentaje de estudiantes matriculados en el 2017, 2018, 2019:
En esta gráfica se analizaron dos tipos de jóvenes víctimas de la violencia: Desvinculados de grupos armados e hijos de adultos desmovilizados. Los datos aquí registrados pertenecen a los años 2017, 2018 y 2019. Se logra identificar que los jóvenes hijos de adultos desmovilizados representan mayor cantidad de matriculas en Pereria, y quienes han padecido mayor porcentaje de violencia en el 2017 (al parececer en este año hubo mayor cantidad de víctimas)
Me detengo a analizar estos últimos años, puesto que dentro de las movilizaciones del 2021, los jóvenes del país fueron los protagonistas del Paro Nacional y considero que una de las razones más contundentes es su experiencia misma con la mala administración gubernamental, como la violencia.

Protesta social en Colombia 2021. Los manifestantes expresan su inconformidad a través de mensajes de paz para el país. Fuente: César Melgarejo. EL TIEMPO

Enfrentamiento entre un manifestante y el ESMAD. Una lucha desigual. Fuente: César Melgarejo. EL TIEMPO
Actualmente, existe una línea que divide al pueblo, por un lado, tenemos a la Policía Nacional, quien debe “asegurar el mantenimiento de la convivencia como condición necesaria, para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz fundamentada en el código de ética policial”, esto, según la misma POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA.
Ahora, desafortunadamente muchos de estos uniformados han sido los presuntos responsables de asesinatos en las distintas protestas.
En un segundo “bando” tenemos al pueblo. Aunque los policías también hacen parte de este grupo de personas, parece que el odio (como siempre) ha enceguecido a las personas sobre el significado de los derechos humanos y el valor de la vida. Los uniformados y los protestantes han creado una rivalidad que, probablemente será muy difícil de desvanecer.
¿De quién es la culpa?
En Colombia existe un programa que atiende los casos de violencia y desplazamiento forzado causados por el conflicto armado, este proyecto nacional es PAPSIVI, donde se les brinda un acompañamiento psicosocial a las víctimas. Se habló con una de las personas que participó en el programa y estas fueron algunas de sus palabras “Fue bastante horrible la situación y ha sido difícil la recuperación, no es fácil conseguir un empleo y alimento” ¡Necesitamos visibilizar este tipo de soluciones para las víctimas!
Analizando los factores históricos que han incentivado la creación de la guerra interminable en Colombia, Andrés Suarez, investigador del Informe General De Memoria Y Conflicto, plantea cinco razones que motivaron el inicio del conflicto, “Problemáticas agrarias, poca participación política, narcotráfico y un estado fragmentado”.
¡La niñez necesita paz! y 5 años atrás, esto tampoco importaba
El 2015 fue un año devastador para el departamento del Valle Del Cauca, puesto que, la juventud y los niños padecieron grandes consecuencias del conflicto armado. Aquí se tomaron algunos datos de los municipios que «desconocemos» y que han sido salpicados.
Decidí escoger estos tres municipios, porque no son tan reconocidos para la sociedad colombiana, pero, esto no los exime de ser un blanco fácil para la violencia histórica en Colombia. Me centro en la niñez porque son nuestro futuro y como lo muestran estos datos, los niños entre y 11 años han sido los más afectados en esta zona. Estas cifras pertenecen al 2015 una evidencia clara que no estamos protegiendo a nuestra niñez, aunque nos encontremos en la etapa del «postconflicto».
Con esto quiero hacer un llamado de atención y decir que las protestas, el Paro Nacional y demás manifestaciones, son ese único canal que nos permiten reclamar esos derechos que aún siguen siendo vulnerados y que históricamente representamos VIOLENCIA.
La constante lucha y poco acceso a los territorios colombianos, incluyendo la desigualdad de distribución de estos, jugaron un papel fundamental para comenzar una era de oposición de los colombianos contra su mismo estado.
Si considero todos los contextos sociales y políticos por los que ha atravesado Colombia, llego a la conclusión que, la mala administración política ha llevado a que el resto de los colombianos intenten lograr un cambio por sus propios medios, pero, los pocos espacios que se dan para el surgimiento de nuevos grupos políticos además de los tradicionales, es muy resumido (casi que nulo), lo que se vuelve en un obstáculo para el buen desarrollo democrático.
Si me dedico a unir uno a uno todos los factores involucrados en la guerra, logro identificar que, para la sociedad poco favorecida, sólo existe un contrincante histórico. Todos los que han sido acusados por ser los causantes del conflicto tienen en común a un mismo enemigo: Estado Colombiano.
Entonces, es en este punto donde nace el interrogante si realmente son los “desadaptados sociales” (el pueblo) los culpables; si son ellos quienes deben bajar sus armas, o, por el contrario, el gobierno nacional debería hacer ciertos ajustes en la forma en como están manejando el país, dejando a un lado las ansias de poder y brindar soluciones reales, dando paso a una verdadera transformación social ¡Ojalá este paro nacional logre cambiar nuestra violencia histórica!
Aquí hacemos un contraste entre los estudiantes que se matricularon en Pereira en el 2015, quienes también fueron víctimas del conflicto, pero, en este caso de las MINAS antipersonas. Se observa que en este periodo de tiempo los casos estuvieron altos con un total de 35 estudiantes. Es curioso que en 2009 NO hubo víctimas, pero diez años después el conflicto tomó fuerza en el territorio, ¿Cuál sería la causa? , se debe a que estamos viviendo un «postconflicto» falso.
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